1999. Poliéster
«Cuenco» es, en principio, un trozo de barro que «traspasado» o «cocido» por el fuego, queda permanentemente abierto para recibir y ofrecer todo lo que en el cuenco se pueda depositar o del cuenco se pueda tomar.
En esta CENA, realizada a base de pares de manos, esas manos son como «cuencos».
Cuando las personas están cocidas, “traspasadas», por el fuego del Espíritu, del amor, de la solidaridad. de la amistad, etc. quedan en una permanente actitud de apertura para recibir y darse plenamente en la vida. Nada les será ajeno.
Plásticamente, ese estar «traspasado» por el fuego está representado en la obra por la parte interna de las manos que es lisa, es decir, las manos no tienen falanges, que sería la única forma posible de poder abrir o cerrar las manos.
La manera de cerrar un cuenco, después de cocido, sería rompiéndolo. En esas manos, sin falanges, ia única manera de cerrarlas sería rompiéndolas. Esa parte interna lisa de las manos, es la manera de representar la acción del Espíritu, del amor, etc.
Con esa actitud de «cuenco» por parte de todos los hombres habría bienes para todos.
Como contraste hay un par de manos que si tienen falanges. Se abren para «recibir», pero inmediatamente se cierran. No son «cuenco». Estos «cuencos» están, a su vez, sobre otro «cuenco» enorme en el que se parte el pan.
Otro símbolo de la obra: la arista que delimita los pares de las manos forma, en todas ella, un corazón: Corazón, Espíritu, Amor, Solidaridad, etc., es todo lo mismo.
Fr. Alfonso Sels O.P.